Esta semana, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, JIFE, organizó una reunión para preparar su Guía Internacional Sobre cultivo, manufactura y utilización de Cannabis Medicinal. Aunque esta Guía no es de aplicación vinculante, sin duda es un documento que será una referencia internacional de peso, por lo que será muy tenido en cuenta por distintos países. La ONG FAAAT explica que la Iniciativa inició en marzo 2020, y que la presentación de la guía se aplazó al 2022.

El Observatorio Europeo del Consumo y Cultivo de Cannabis, OECCC,considera que hay que usar este tiempo para 1) Dar mayor transparencia a este proceso y facilitar la participación de la sociedad civil. 2) Introducir un modelo flexible con distintas opciones en la producción, composición farmacológica y prescripción. 3) Consultar con otras entidades de Naciones Unidas con competencia en materia de Cannabis.

El  OECCC reclama el derecho de la sociedad civil a participar en el diseño de las políticas públicas de Cannabis, que se acaban aplicando a esta misma sociedad civil. Para fijar la postura de España en esta reunión de la JIFE, ni se ha realizado un proceso previo que involucra a la sociedad civil, ni tampoco se ha tratado a nivel parlamentario. La representación de España, estuvo  a cargo de personal de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitario, AEMPS, en concreto de Julia Esteban Gómez del Servicio Estupefacientes y Psicotrópicos, y de Lidia Fernandez Matellano y Belén Ruiz Larrea, que ya participaron con un poster sobre “Requisitos para la solicitud de autorización de cultivo de plantas de cannabis” en las “XIV Jornadas de Inspección Farmaceútica”.  En las reuniones se ha tratado un enfoque muy reduccionista de las posibilidades del Cannabis terapeútico, que lo limitaría a un negocio para unos pocos. Esto favorece a grandes empresas farmacéuticas y vulnera varios derechos fundamentales. Son urgentes mayores niveles de transparencia y participación en reuniones que pueden afectar a todo el proceso de reglamentación en España.

El OECCC considera el trabajo de la “Iniciativa Cannabis” de la JIFE tiene que centrarse exclusivamente en el mandato limitado de la Junta –monitoreo del comercio internacional lícito de medicamentos fiscalizados. Es necesario que la JIFE no desborde su mandato, ni tampoco la AEMPS. Es urgente un modelo integral de regulación del cannabis, que también incluya el autocultivo, tal como se expuso en el reciente “I Congreso Científico Internacional Cannabis Sativa L: un enfoque integral”, realizado por el OECCC, en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid. Esta postura ya la mantuvo el OECCC en una declaración oficial a los Gobiernos, sobre el Cannabis, durante la 63ª sesión de la Comisión de estupefacientes de la ONU. En esta declaración se explica que los distintos modelos de regulación tienen una fuerte influencia en la accesibilidad del Cannabis medicinal para los pacientes. Cuando solo se implantan vías farmacéuticas la accesibilidad es baja y los costes de los tratamientos son muy altos. La vuelta del Cannabis y de los cannabinoides a nuestros sistemas de salud deben de ser integrales, a nivel de producción, de composición farmacológica y de prescripción:

  • A nivel de producción, el punto que marca la diferencia entre modelos inclusivos y exclusivos, es la diversidad en el peso económico de los actores de la cadena de producción y dispensación de Cannabis a fines medicinales – incluyendo pequeños productores, cooperativas, cultivos tradicionales y autocultivo individual o colectivo, además de los cultivos convencionales de mayor tamaño;
  • A nivel de prescripción, tomando en cuenta la diversidad de formulaciones farmacéuticas, incluyendo las formas monomoleculares, herbal, tradicional y complementaria,
  • A nivel de dispensación, se debe de implementar un sistema plural, donde varias formulaciones a base de Cannabis sean asequibles según diferentes vías de dispensación (con o sin prescripción, así como dispensación de medicina tradicional según los marcos nacionales).